Por Ivan Lomsacov
Siguió a unos locos para volar desde la azotea.
Fue de piedra para captar a galena: sonido mineral.
Nació AM para sonar lejos. Se hizo onda corta para ser global. Y se volvió FM para sonar más íntima y más fiel.
Imitando a los templos, se hizo radio-capilla para congregar. Y tuvo familias reunidas a su alrededor, esperando la palabra ante ese mueble con facha de altar.
Fue musical, fue publicitaria, fue informativa; fue dramática, humorística y servicial.
Fue privada, fue pública y fue estatal; para bien y para mal.
Fue arma de potencias en guerra; guerra ideológica, Fría y Mundial.
Fue masiva y popular. Fue central, nocturna y matinal.
Se acomodó en los tableros de los autos para salir a rodar y rocanrolear.
Se subió a los barcos para guiarlos. Y volvió a los barcos para ser pirata y desafiar desde el mar.
Se hizo escuela para alfabetizar, y se hizo iglesia para evangelizar.
Se hizo minera para socavar los abusos del poder.
Se hizo pequeña, portátil, para salir a pasear. Y se fue a la plaza, a la playa, a la cancha… al cerro y al campo; llegó al rancho y al tractor.
Se trepó a hombros de afroamericanos para que sonara el hip-hop en las calles de New York.
Se hizo cadenas para acaparar. Y se hizo Libre para soltar.
Se hizo rebelde, y clandestina, para resistir; alternativa para disputar y comunitaria para democratizar.
Se hizo universitaria para debatir y divulgar; artística para experimentar y feminista para igualar.
Se hizo digital para llegar sin antenas.
Se hizo minúscula manchita de un chip para compartir espacio y atención en un teléfono celular.
Convergió con otros medios para hacer sinergia y multiplicar.
Nació instrumental y se volvió social.
Se hizo centenaria.
Para celebrar.
3 years, 7 months ago por Camilaluz - 11 plays
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