1. Al observar las reglas de juego formales de la democracia, y confrontar con el proceso electoral real, se confirma la contingencia de esas reglas: no son necesarias y universales, sino posibles y eventuales. Esas posibilidades están atadas a las conveniencias de los que tienen el poder de acomodar esas reglas. Ejemplo: ¿Se deben unificar o desdoblar las elecciones? Depende de la conveniencia. Eso se vio claramente en Mendoza respecto de la Nación y en algunas intendencias respecto de la provincia.
Las PASO se presentaron como “Ley de democratización de la representación política". Sin embargo Cristina Fernández no se sometió nunca a las PASO (aunque podría ganarlas con comodidad). Macri ha rechazado la posibilidad de que lo desafíen. Lavagna tampoco acepta medirse en unas internas. Cornejo se las pide a Macri, pero se ofuscó con quien las utiliza para la gobernación, por eso le arma lista en su departamento. Como vemos, lo contingente, lo coyuntural prima sobre mecanismos generales. Primera conclusión: hay resistencias a verdaderas reglas democráticas.
Pero además de las formalidades para incursionar en la política electoral, y armar candidaturas con perspectivas, más que méritos propios hacen falta un buen fajo de billetes, estructuras empresariales, mediáticas y de poder. “Hay imágenes que hieren la sensibilidad del espectador”, eso ocurre con la publicidad electoral directa o engañosa, armada por todos los oficialismos de cualquier signo, utilizando propaganda institucional legal o ilegal, pero siempre ilegitima.
2. El domingo las PASO de Mendoza solo definen los candidatos de “Cambia Mza” y los de “Elegí Mza”. Para el resto de los partidos que no tienen listas internas solo definen si alcanzan el piso mínimo para ir a las generales. Pero no es cierto que gane un partido o alianza sobre otro. Porque aquí el calendario ha jugado una mala (o buena) pasada según la perspectiva. Los diversos actores buscaron colgarse o descolgarse de la elección nacional, pero no existe obligación de expedirse ya que las alianzas y candidaturas nacionales vencen el 12 y 22 junio respectivamente. Para cuando sea la elección definitiva (setiembre) sí será importante el arrastre nacional para bien o para mal. Una victoria en las PASO puede ser derrota en setiembre, según sea el proceso económico-social del país.
3. Transitamos el proceso electoral en todo el país en un contexto complejo, inestable y con varios peligros: a) La bomba de tiempo económica (recesión, virtual default, etc.). b) El desprestigio absoluto de instituciones políticas, judiciales y mediáticas. C) Se juega con todo: operaciones, espionaje, aprietes, violación de reglas y normas elementales. Se pone en riesgo y se jaquea una democracia ya pobre, restringida y limitada.
En conclusión: No se juega un candidato al gobierno, ni siquiera la continuidad o cambio del presidente, sino diferentes proyectos de nación y de sociedad.