Educación Hoy, ciclo de la Fundación Lúminis que se emite los martes a las 21 horas por Radio Concepto (FM 95.5), dialogó con Julieta Montero, ex integrante del Equipo Técnico Central, que dependía de la Dirección de Formación Continua y fue disuelto por el ministro de Educación bonaerense, Gabriel Sánchez Zinny, tras 14 años de existencia. “Hasta diciembre, trabajé como coordinadora de Nuevas Tecnologías, en el área TIC, de la Dirección de Formación Continua. Junto a 5 compañeros, coordinaba a 130 capacitadores recibidos en los 135 Centros de Capacitación, Información e Investigación Educativa (CIIE´s) de la Provincia. Asimismo, formaba parte del Equipo Técnico Central, que era un organismo que asesoraba a la directora, establecía proyectos de formación y definía sus contenidos”, detalló.
Luego, Montero dio su mirada acerca de la medida adoptada por el funcionario. “No puedo decir mucho, porque a nosotros se nos ofreció una muy breve explicación. Ninguno de los 36 miembros del equipo conversó con la nueva directora de Formación Continua (Victoria Zorraquín). No fuimos convocados para contar lo que estábamos haciendo ni para que ellos nos cuenten sobre cuál será el nuevo lineamiento. No nos preocupa nuestro cargo, porque estábamos al servicio de una gestión. Pero sí nos preocupa que no continúe el Equipo Técnico Central, porque así la Dirección de Formación Continua perdería especificad”.
En el segundo bloque del programa, Javier Lombardi, vocero de la ONG Argentina Cibersegura, se refirió a la prevención de problemáticas asociadas a las nuevas tecnologías, que afectan especialmente a los adolescentes.
“Lo hiciste con quien quisiste, ¿pero tomaste los recaudos de que no se viralice algo que debía ser entre dos personas, con disfrute de por medio, pero que dentro de un tiempo puede marcarte de manera negativa?. Cuando eso pasa, se rompe la confianza que existía con la otra persona. A eso lo llamamos sexting”, explicó respecto a la difusión de imágenes sexuales.
En cuanto al grooming, Lombardi detalló: “Está tipificado como un delito desde el 2013 y se trata de un adulo haciéndose pasar como un menor para contactar a menores con un fin netamente sexual. Esto no se da de un momento a otro, es algo planificado (por el victimario). Los chicos a veces están conectados en momentos que deberían estar descansando. Muchas veces ahí es cuando se producen este tipo de contactos”.