August 28, 2015 14:18
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Marzán se emociona por la sensibilidad de Angela Merkel, que casi acarició a una niña palestina, quien, de raza inferior, no comprende la racionalidad alemana, en relación a las quejas del empresario germano que la junta en pala acá y se queja del stalinismo K. El pueblo opina: el chino Huang Carlos, hijo de papa Huei, quien, deprimido, chupa como espinja, no como esponja, porque es chino, aporta su visión de este régimen comunista, encabezado por el chino Zannini. El chino Huang Carlos, un groso. Read more
Marzán se emociona por la sensibilidad de Angela Merkel, que casi acarició a una niña palestina, quien, de raza inferior, no comprende la racionalidad alemana, en relación a las quejas del empresario germano que la junta en pala acá y se queja del stalinismo K. El pueblo opina: el chino Huang Carlos, hijo de papa Huei, quien, deprimido, chupa como espinja, no como esponja, porque es chino, aporta su visión de este régimen comunista, encabezado por el chino Zannini. El chino Huang Carlos, un groso.