October 31, 2024 16:12
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Invitado: Ariel Basteiro EDITORIAL DE LARRY LEVY+++++++++++++++++++++++++ Hace ya varios meses que una buena parte del periodismo serio, y lo remarco… periodismo serio, viene intentando establecer un diagnóstico de la situación política. Con honestidad intelectual, ese periodismo, hasta se anima a sugerir caminos y acciones que encaucen un devenir político y social distinto a este escenario patético y cruel que encarna el gobierno de Milei. Sin embargo, y a pesar de las intenciones, las fuentes a las que debe apelar el periodismo serio, están neutralizadas, paralizadas y ocupadas en sus propios ombligos. Esas fuentes, que debieran orientar las palabras que luego se editorializan, hoy no están. Hablo de los políticos, no de la política. Ese desencuentro entre las bases y sus dirigentes hizo que una pandilla de lúmpenes conducidos por un marginal lograran capitalizar el enojo. Claro que lo hicieron con la ayuda del interesado poder financiero, apoyado en un aparato fenomenal de comunicación, que encontró en Milei los condimentos para materializar su voracidad capitalista. Y es cierto también, que tras diez meses de destrucción de las bases del Estado, que no es otra cosa que la destrucción del tejido social... digo, es cierto que comienza a vislumbrarse la pérdida de paciencia de una sociedad agotada y maltratada. También es cierto, que la dinámica social, siempre encuentra liderazgos ocultos entre las multitudes y seguramente muchos políticos pagarán muy caro su sordera a los reclamos de los marginados por el sistema. No hay dudas. La salida es política. Read more
Invitado: Ariel Basteiro EDITORIAL DE LARRY LEVY+++++++++++++++++++++++++ Hace ya varios meses que una buena parte del periodismo serio, y lo remarco… periodismo serio, viene intentando establecer un diagnóstico de la situación política. Con honestidad intelectual, ese periodismo, hasta se anima a sugerir caminos y acciones que encaucen un devenir político y social distinto a este escenario patético y cruel que encarna el gobierno de Milei. Sin embargo, y a pesar de las intenciones, las fuentes a las que debe apelar el periodismo serio, están neutralizadas, paralizadas y ocupadas en sus propios ombligos. Esas fuentes, que debieran orientar las palabras que luego se editorializan, hoy no están. Hablo de los políticos, no de la política. Ese desencuentro entre las bases y sus dirigentes hizo que una pandilla de lúmpenes conducidos por un marginal lograran capitalizar el enojo. Claro que lo hicieron con la ayuda del interesado poder financiero, apoyado en un aparato fenomenal de comunicación, que encontró en Milei los condimentos para materializar su voracidad capitalista. Y es cierto también, que tras diez meses de destrucción de las bases del Estado, que no es otra cosa que la destrucción del tejido social... digo, es cierto que comienza a vislumbrarse la pérdida de paciencia de una sociedad agotada y maltratada. También es cierto, que la dinámica social, siempre encuentra liderazgos ocultos entre las multitudes y seguramente muchos políticos pagarán muy caro su sordera a los reclamos de los marginados por el sistema. No hay dudas. La salida es política.