December 05, 2023 17:03
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+++EDITORIAL DE LARRY LEVY+++ En los momentos de incertidumbre, en los cuales los mensajes políticos se vuelven poco claros y de cierto contenido cruzado, el humor social se vuelve sensible y muchas veces… hasta violento. Es de algún modo, lo que nos está sucediendo por estos días, previos a la asunción de un nuevo gobierno cuyos propuestos integrantes manifiestan contradicciones, declaraciones tajantes y hasta con alguna violencia verbal llamando a terminar con ciertos sectores de la vida social y con supuestos privilegios innecesarios y descartables. El anuncio de achicar el Estado es otra de las consignas que no admiten otra interpretación que el despido de trabajadores sin un destino alternativo, pero que logró calar en una masa importante de votantes que incluye a quienes trabajan para el mismo Estado. La situación parece inédita para muchos. Para otros es un eslabón más en la cadena de un proceso de marchas y contramarchas en la puja por construir una sociedad más igualitaria. Con el mismo desorden que planteo estos conceptos, es el mismo, o parecido, desorden de ideas que se manifiesta en el discurso público en estos días. De la autocrítica, a la unidad, de la unidad a la acción, de la acción a la reflexión, de la reflexión a la contemplación, de la contemplación a la catarsis colectiva y así podemos seguir detallando cada una de las fotos que componen el entramado social sin llegar a poder llevar a la pantalla una película, aunque sea un cortometraje que nos permita navegar en cierta certidumbre tranquila o convulsionada, pero certidumbre al fin. Cada vez que invito a a Alejandro Kaufman a este estudio, suelo terminar un tanto más calmo, sin tomar Rivotril. Read more
+++EDITORIAL DE LARRY LEVY+++ En los momentos de incertidumbre, en los cuales los mensajes políticos se vuelven poco claros y de cierto contenido cruzado, el humor social se vuelve sensible y muchas veces… hasta violento. Es de algún modo, lo que nos está sucediendo por estos días, previos a la asunción de un nuevo gobierno cuyos propuestos integrantes manifiestan contradicciones, declaraciones tajantes y hasta con alguna violencia verbal llamando a terminar con ciertos sectores de la vida social y con supuestos privilegios innecesarios y descartables. El anuncio de achicar el Estado es otra de las consignas que no admiten otra interpretación que el despido de trabajadores sin un destino alternativo, pero que logró calar en una masa importante de votantes que incluye a quienes trabajan para el mismo Estado. La situación parece inédita para muchos. Para otros es un eslabón más en la cadena de un proceso de marchas y contramarchas en la puja por construir una sociedad más igualitaria. Con el mismo desorden que planteo estos conceptos, es el mismo, o parecido, desorden de ideas que se manifiesta en el discurso público en estos días. De la autocrítica, a la unidad, de la unidad a la acción, de la acción a la reflexión, de la reflexión a la contemplación, de la contemplación a la catarsis colectiva y así podemos seguir detallando cada una de las fotos que componen el entramado social sin llegar a poder llevar a la pantalla una película, aunque sea un cortometraje que nos permita navegar en cierta certidumbre tranquila o convulsionada, pero certidumbre al fin. Cada vez que invito a a Alejandro Kaufman a este estudio, suelo terminar un tanto más calmo, sin tomar Rivotril.