November 11, 2024 16:07
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Entrevista a ABNDREA GRACIANO EDITORIAL+++++++++++++++++++++++++ Mucho se discute acerca del hambre. Quizás más que discutir, se lanzan al aire consignas contra el hambre cargadas de un fuerte contenido de cinismo político y propagandístico. Queda bien, es elegante y políticamente correcto decir que luchamos contra del hambre. Pero de poner sus soldados en esa lucha, nadie habla. El alimento, a lo largo de la historia constituyó, y aún lo constituye, un arma silenciosa y efectiva contra el enemigo. No importa si entre sus filas hay niñas, niños, mujeres o discapacitados. Es, sin dudas, un arma de destrucción masiva. Basta ver la hambruna provocada hoy en Palestina, en la Fraja de Gaza. En la historia de la humanidad, la comida, el alimento determinó la calidez de la hospitalidad de un pueblo. Si la tierra era generosa con el pueblo que la habitaba, entonces la acogida al visitante era amable y cálida. En cambio, si la tierra era mezquina el visitante no era tan bienvenido. Después de las históricas revoluciones en la agrícultura y en la tecnología, decididamente ya no hay lugar para el hambre. Pero el hambre sigue usándose como arma de guerra y su rechazo o el combate en contra del hambre se convirtió en un concepto político y en un derecho humano básico. Y en esa evolución del pensamiento sociopolítico surge un concepto que expresa con mayor precisión y justeza la definición del derecho de los pueblos a determinar sus políticas y sistemas alimentarios. Ese concepto es el de “soberanía alimentaria” que rápidamente se adoptó como consigna política. Prestemos atención a lo que nos dice una especialista. Read more
Entrevista a ABNDREA GRACIANO EDITORIAL+++++++++++++++++++++++++ Mucho se discute acerca del hambre. Quizás más que discutir, se lanzan al aire consignas contra el hambre cargadas de un fuerte contenido de cinismo político y propagandístico. Queda bien, es elegante y políticamente correcto decir que luchamos contra del hambre. Pero de poner sus soldados en esa lucha, nadie habla. El alimento, a lo largo de la historia constituyó, y aún lo constituye, un arma silenciosa y efectiva contra el enemigo. No importa si entre sus filas hay niñas, niños, mujeres o discapacitados. Es, sin dudas, un arma de destrucción masiva. Basta ver la hambruna provocada hoy en Palestina, en la Fraja de Gaza. En la historia de la humanidad, la comida, el alimento determinó la calidez de la hospitalidad de un pueblo. Si la tierra era generosa con el pueblo que la habitaba, entonces la acogida al visitante era amable y cálida. En cambio, si la tierra era mezquina el visitante no era tan bienvenido. Después de las históricas revoluciones en la agrícultura y en la tecnología, decididamente ya no hay lugar para el hambre. Pero el hambre sigue usándose como arma de guerra y su rechazo o el combate en contra del hambre se convirtió en un concepto político y en un derecho humano básico. Y en esa evolución del pensamiento sociopolítico surge un concepto que expresa con mayor precisión y justeza la definición del derecho de los pueblos a determinar sus políticas y sistemas alimentarios. Ese concepto es el de “soberanía alimentaria” que rápidamente se adoptó como consigna política. Prestemos atención a lo que nos dice una especialista.